Un regalo de la naturaleza, sin procesos que alteren su esencia.

Al no ser pasteurizada, nuestra miel conserva todas sus propiedades naturales: enzimas vivas, antioxidantes, vitaminas y minerales. Cada gota es cosechada en el Valle de Pozuzo, donde las abejas se alimentan del néctar de flores de montaña únicas en el mundo y crean una miel de sabor profundo, equilibrado y con matices que reflejan la riqueza de la tierra.